Nada como un buen embutido cuando se busca darle un toque especial a nuestras comidas diarias. ¡Pero hay tantas opciones! ¿Cuál se debería elegir? Bueno, dicen por ahí que una opción realmente atractiva y poco ortodoxa es la morcilla blanca, pero ¿Cómo sabe? ¿Realmente es buena? ¿Qué es exactamente? Todas esas respuestas y más a continuación.
Definición de Morcilla Blanca
Como se adelantó con anterioridad, se le llama morcilla blanca a un tipo de embutido de color claro que se elabora con panceta, carne de cerdo, especias, huevo y demás ingredientes que exploraremos más adelante. Curiosamente, y pese a lo que indica su nombre (morcilla), no suele contener ningún tipo de sangre, y es de hecho por esta misma razón, que su color es mucho más claro que el de los demás embutidos similares.
Destaca también por sus bajos niveles de grasa, y por su nada reprochable aporte de vitaminas, por su increíble sabor y por lo económico que es de conseguir y de preparar.
Elaboración de la morcilla blanca
La morcilla blanca es un alimento que se caracteriza principalmente por contener diversas partes magras de carne de cerdo. En algunas localidades incluso cocinan despojos como el hígado o los riñones para realizar este peculiar embutido.
- Independientemente del tipo de carne que se haya escogido, esta debe mezclarse con la cebolla, el perejil, la pimienta, la sal y los demás condimentos similares que se busque agregar al gusto.
- Se debe dejar reposar por al menos un par de horas, para luego agregar los huevos batidos y unirlo todo muy bien. Y con esta mezcla lista, solo nos resta preparar la tripa. Hay que lavarla muy bien y en profundidad para luego dejarla remojando en agua con vinagre por unas cuantas horas.
- Tras haber transcurrido este tiempo, podemos proceder con el armado. Salpimentamos las tripas ya previamente preparadas y las rellenamos con nuestra mezcla inicial. La amarramos bien haciendo uso de un hilo, y esperamos a que se seque un poco antes de cocinarla.
Los más atentos habrán notado que el proceso de preparado es similar al de otros tipos de morcilla. Es por eso que se le confiere ese nombre a pesar de no ser realmente muy similar a esos demás tipos de morcilla, ni en color ni en sabor.
¿Cómo se debe comer la morcilla blanca?
La magia detrás de todos los embutidos es su practicidad, tanto de preparado como de consumo. La morcilla blanca es un ingrediente perfecto para platos que impliquen la intervención de algún tipo de grano, o como un plato principal acompañado de otro alimento de sabor más suave, como podría ser la patata. También es común ver que forma parte de guisos, y rellenos. Y a veces, como acompañante en almuerzos fundamentados en pasta o arroz.
Pero claro está, que la morcilla blanca brilla con mayor intensidad cuando se prepara a la parrilla junto a otros tipos de embutidos similares. En Latinoamérica por ejemplo, es muy común ver esta clase de recetas, sobre todo cuando se busca realizar una comida especial y deliciosa. Definitivamente, un alimento muy peculiar que combina con todo.