Bien se dice que la gastronomía no tiene límites y que siempre encuentra formas de sorprendernos con nuevos ingredientes y nuevas recetas. Una prueba de esta realidad, es la existencia de las criadillas de cerdo como plato recurrente en muchas zonas del mundo.
Pero ¿qué clase de alimento es este? ¿De qué parte del cerdo procede? ¿Qué tan beneficioso es para nuestro cuerpo? Todas las respuestas y más, a continuación.
¿Qué son las criadillas de cerdo?
Se usa el término “criadilla” para referirse a los testículos de animales comúnmente asociados al ganado y a la carnicería, incluidos los toros, los corderos y por supuesto, los cerdos (en los cuales nos centraremos de ahora en adelante).
Curiosamente y pese a que actualmente sigue siendo un alimento bastante exótico y poco conocido por el colectivo popular, su consumo no es realmente algo nuevo para nuestra especie humana. Se sabe bien que las recetas que implicaban criadillas de cerdo se consideraban una delicia en el Oriente Antiguo y en la Francia de Luis XV (misma época en la que se creía que las criadillas funcionaban como alguna clase de afrodisíaco, pero nada más alejado de la realidad).
Y de hecho, hoy en día también se consumen mucho en varias partes del mundo. Desde Asia hasta América y Europa, pasando por países como China, Turquía, Estados Unidos, Canadá, Argentina, México, Grecia, Irán y por supuesto, España.
En este último país mencionado (España), las criadillas de cerdo forman parte de esos productos alimenticios conocidos como casquería. Básicamente, esos cortes de carne que no se consumen regularmente porque provienen de zonas más internas del cuerpo del animal en cuestión. Otras piezas de carne que también caen en esta categoría son: los riñones, las tripas, las lenguas, las asaduras, entre otras similares.
Preparación de las criadillas de cerdo
Se suele considerar globalmente a las criadillas de cerdo como una excelente fritura. “Excelente” para aquellos que buscan arriesgarse con sabores poco ortodoxos.
- Se limpian muy bien para luego ser fileteadas, sazonadas, rebozadas y sumergidas en aceite de oliva a altas temperaturas.
- También se suelen preparar a la plancha y a la barbacoa e incluso, en ciertos guisos y salsas.
En México por ejemplo, las criadillas son comúnmente utilizadas como un ingrediente más de ciertos tipos de tacos, mientras que en España se suele servir como un plato principal que es acompañado por otros alimentos y contornos variados.Las criadillas de cerdo se caracterizan por su fuerte y profundo sabor, pero también por su increíble y tierna textura. Al momento de ser consumidas, se deshacen casi al instante en el paladar. En otras palabras, es un alimento fácil de ingerir y fácil de degustar.
Eso sí, el truco detrás de todas las recetas que involucren criadillas de cerdo, es la sazón. Una buena mezcla de condimentos es esencial para que las criadillas alcancen su punto de sabor y calidad más elevados. Mientras más simple sea el condimentado más resaltará y más fuerte será el sabor para el consumidor.
Propiedades de la criadilla de cerdo
Claro está que las criadillas, no son el alimento más saludable, nutritivo y dietético que existe, pero aún así, abarcan unos cuantos beneficios. Es una fuente bastante decente de proteínas, y aporta a su vez, vitaminas y minerales. Fósforo, calcio, magnesio, hierro; por mencionar solo unos cuantos elementos que forman parte de este alimento.
Aún así, podríamos decir que su mayor virtud son sus bajos niveles de calorías y grasas. A pesar de esta característica se deben consumir con cuidado, ya que el colesterol que aportan al cuerpo puede ser perjudicial si no se come con moderación.